El compromiso empresarial es uno de los temas más interesantes de las últimas décadas. Las empresas han adoptado un nuevo rol que a nuestro entender es positivo y productivo a diferentes niveles.
La empresa ha dejado de ser una entidad con una misión exclusiva (ganar dinero) sino una fuerza del progreso social y un actor en el bienestar de los empleados y clientes. Los miles de programas de responsabilidad social corporativa que vemos hoy en día son prueba de ello.
La sociedad en general ahora espera de las empresas, sea a través de leyes o por norma social, que cumplan con ciertos estándares de responsabilidad. Algunas empresas lo hacen debido a estas exigencias mientras que otras actúan de forma natural. Esta pequeña distinción hace enormemente la diferencia.
El compromiso empresarial es ese concepto que dicta los esfuerzos detrás de muchos proyectos de RSC pero también influencia la relación que las empresas tienen con sus propios empleados.
Debido a la influencia que el compromiso empresarial tiene en el rendimiento a largo plazo de las organizaciones, es una buena idea entender cómo gestionarlo.
Tipos de compromiso empresarial
Podemos decir que existe el compromiso empresarial que la organización tiene con la sociedad (y más inmediatamente, con la comunidad en la que habita), con sus clientes y con su propia fuerza laboral.
El compromiso empresarial con la sociedad se refleja de forma muy clara en las iniciativas que impulsan la sostenibilidad, energías limpias, producción local, entre otras prioridades en la vida moderna. Cada empresa, independientemente de su sector, puede colaborar positivamente en estos ámbitos.
Mientras que en algunos países, esta clase de compromiso empresarial con la sociedad es deseable, en otros se exige. Sea cual sea el caso, esta relación entre la empresa y la sociedad, descrita en detalle a través del compromiso empresarial, es muy importante para todas las partes y beneficia la situación de la organización.
Cuando el compromiso empresarial es con los empleados, la relación es diferente. El compromiso con los trabajadores tiene una naturaleza bi-direccional, ya que los trabajadores normalmente suelen actuar en coherencia con el compromiso empresarial.
¿Ejemplos? Pensemos en una organización cuyo compromiso empresarial es el influenciar positivamente los esfuerzos para combatir el cambio climático. La empresa puede proponer la inversión en medios de transporte colectivos (autobuses) para que los empleados eviten viajar a la empresa en sus vehículos individuales y contaminen más. En este escenario, los empleados tienen que estar de acuerdo con el proyecto de sostenibilidad para que pueda funcionar.
Otro escenario es organizar jornadas de voluntariado para la recolección de alimentos, con el objetivo de ayudar a personas de bajos recursos y que estén experimentando situaciones vulnerables. Mientras que muchas empresas están involucradas en iniciativas sociales de este tipo, es una condición fundamental que el equipo esté involucrado en dicha misión para que participen de forma productiva y la inicie se potencie.
El compromiso empresarial y la confianza
Los escenarios descritos anteriormente presentan una pregunta para todo empresario que quiera sacar adelante sus iniciativas socialmente conscientes. La pregunta es, ¿cómo hago que los demás estén de acuerdo con mi compromiso empresarial y colaboren con él?
Para responder esta pregunta, hay que examinar una dimensión de lo que el compromiso empresarial significa realmente.
El compromiso empresarial es un concepto que solo tiene sentido si está basado en la confianza. Los empleados, los clientes y la sociedad en general deben confiar en la empresa y en su compromiso empresarial. Las partes involucradas deben tener un mínimo de confianza en las personas y las organizaciones.
Para cualquier empresa, la prioridad es generar confianza. Si tus empleados no confían en tu empresa, no harán un buen trabajo. Si tus clientes no confían en tu empresa, se irán. Si la sociedad no confía en tu empresa, simplemente nadie te elegirá para los productos y servicios que ofreces y eventualmente pagarás el mayor de los precios.
La confianza es el principal componente en la conversación sobre el compromiso empresarial.
El compromiso empresarial y las promesas
Hablando de confianza, es importante mencionar cómo las empresas gestionan las promesas. Si estudiamos la literatura y las piezas de opinión disponibles sobre el compromiso empresarial, la idea de las promesas suelen aparecer con frecuencia.
Casi todas las empresas que conocemos han hecho y continuarán haciendo promesas: promesas a sus empleados, promesas a sus clientes, promesas a la comunidad y sociedad en general.
Pensemos en todas las promesas que empresas de alto perfil realizan en cuanto a acciones positivas en sostenibilidad y cambio climático. Pensemos también cuando las organizaciones prometen cosas a sus empleados, como mejoras de condiciones en algún momento determinado o cambios positivos en el ambiente de trabajo.
Luego recordemos lo que pasa cuando muchas de estas promesas no se cumplen, cuando los empresarios, sean cuales sean los motivos, fallan a sus propias palabras. La confianza se rompe: el empleado se desmoraliza, el cliente se marcha y la sociedad en general mira hacia otro lugar.
El compromiso empresarial es mucho más que una simple promesa: es parte de la identidad social de la organización. El compromiso empresarial refleja el sentido de la responsabilidad que la organización posee.
Por eso, los empresarios deben evaluar bien qué clase de promesas hacen a través de sus proyectos. Valorar bien las implicaciones de cada promesa es esencial en este ejercicio.
La comunicación juega un rol fundamental. Comunicarse claramente con las partes involucradas evita los rumores y que las personas salten a conclusiones y juicios negativos sobre la gestión de tu proyecto. Los rumores pueden llevar a que las partes crean que tu organización está incumpliendo con sus promesas, cuando realmente estás haciendo todos los esfuerzos para cumplir con el compromiso empresarial en cuestión.
El compromiso empresarial y los valores de la empresa
Mientras que muchas organizaciones modernas están publicitando sus compromisos empresariales en forma de iniciativas importantes como la sostenibilidad, las energías limpias, derechos civiles y el desarrollo de economías colaborativas, a veces no se comunica el elemento original del compromiso.
Las empresas que cumplen exitosamente con sus compromisos empresariales tienen definidos sus valores.
Los valores corporativos son los principios intrínsecos que guían las acciones de una empresa. Es decir, son valores que no pueden ser contradichos por las acciones de la organización, ni siquiera a cambio de beneficio económico.
El compromiso empresarial de turno, entonces, tiene que surgir de esos valores corporativos. El compromiso que tu empresa decida adoptar tiene que respetar y ser coherente con los valores. Hacer algo distinto a esto causaría una disonancia contraproducente, un esfuerzo destinado a fracasar.
Conseguir un impacto positivo
Después de muchos años de trabajar con cientos de empresarios en Meetwork, nuestro equipo ha aprendido que los profesionales más exitosos no solo ganan dinero con sus proyectos sino que también logran conseguir un impacto positivo entre sus empleados, clientes y sociedad en general.
Esto no es fácil. Tener un proyecto rentable ya es un gran reto por sí sólo. La realidad, por más curiosa que pueda parecer, es que el esfuerzo adicional que implica adoptar y trabajar en un compromiso empresarial trae en sí mismo un mundo de beneficios.
Por ello, nuestra participación en iniciativas de RSC y encontrar formas de apoyar causas importantes debe ser un componente siempre presente en nuestros proyectos profesionales. La capacidad que una organización productiva tiene para colaborar con la sociedad a la que pertenece es muchas veces subestimada.